29 July 2009

Cada cabeza es un mundo...


Revisando los bocetos que se fugan a través de mis manos desde la caldera febricitante y enfermiza de mi cabezota, Jules cayó en cuenta que un tema recurrente son los humanos con sendos árboles brotando de sus cabezas... Soy carne de psiquiatra, sin dudas...

Pero ese brinco de la subconsciencia a la conciencia me pone algunas cosas en perspectiva: ¿Un árbol? ¿Por qué no?

Un árbol que de frutos para quien los necesite en el camino. Como si no me gustara alimentar gente.

O que sea la sombra para quien esté cansado o un escondite para los amantes, esos que nutren la tierra con palabras y fluidos de amor.

Para que en él se refugien los gorriones, los xanates o las tórtolas (los quetzales, las águilas y los jilgueros se pueden ir a otro lado: En mi cabeza son bienvenidos los rechazados, los humildes, los que han sobrevivido porque no representan la absurda grandilocuencia humana).

Un árbol que llegado el momento de no ser más útil en la tierra, se convierta en la pata de una mesa coja, en la mecedera de una cuna rota, en el cuenco de la leche, el mango de un azadón reciclado, en alimento de una chimenea en invierno, en la viga sustituta de una casa o en la tapa de un ataúd cubierto de flores...

Si cada cabeza es un mundo, por mí está bien. La mía se conforma con ser un árbol.

Y tan tan.

2 comments:

LUCAS said...

Salazar: y ¿por qué no convertirlo en papel para bocetar mas humanos con árboles en su cabeza?

Pero qué cosas te brotan...

Lashmik said...

Jesus, la imagen del humano con cabeza de arbol es uno de los mas bellos conceptos que he visto en mucho tiempo. Poesia pura desde un humilde y gran corazon. Gracias por compartir.