12 October 2008

¿A qué sabe el sol?

Leo y releo y vuelvo a leer "El Hombre que lo tenía todo todo todo", de Miguel Angel Asturias, y hoy, como hace más de cuatro lustros, cuando llegara por primera vez a mis manos —y a mis ojos, y a mi bagaje y a mi memoria perenne—, no puede menos que fascinarme.

Me permito compartirles la paráfrasis de uno de mis pasajes favoritos de esta pieza de literatura dulce y rara, como una nieve de ciruelas amarillas:

"...El Hombre que lo tenía Todo Todo Todo se preguntaba mientras saltaba sobre el estanque de los cocodrilos: ¿A qué sabe el sol?
— El sol sabe a saliva. A saliva de cuando se nos hace agua la boca..."

Se los dejo para empezar la semana. Que les sea leve y breve.

Y no olviden su ración diaria de sol, que lo mismo se bebe que se come, se embarra o se mastica suave y constantemente "en dosis precisas y controladas", como su contraparte...

Y tan tan.

1 comment:

LUCAS said...

Y también sabe a dos:

sabroso cuando estás congelado.
y a rayos cuando tienes mucho calor.

Así es todo, un binomio perfecto de bueno-malo.

Igual que la vida.